Después de la muerte del exgobernador Miguel Barbosa Huerta, el 13 de diciembre de 2022, Sergio Salomón Céspedes Peregrina ha tenido la tarea de continuar con la agenda del estado en condiciones difíciles.
Sobre todo en el ámbito financiero, después de cubrir los adeudos fiscales heredados de gobiernos anteriores (Rafael Moreno Valle y José Antonio Gali Fayad) por más de 2,600 millones de pesos, y la desafortunada inversión que realizó Miguel Balboa Huerta y la secretaria de Finanzas, Maria Teresa Castro Corro, en Accendo Banco, por 600 millones de pesos que no se podrán recuperar.
Cubrir este ‘hoy financiero’ por más de 3,200 millones de pesos en las finanzas estatales, y atender las necesidades de Puebla, uno de los estados más importantes y poblados del país, no es tarea fácil.
En este sentido, la reunión con el presidente López Obrador cobra un significado especial. Es necesario que el gobierno federal trabaje en conjunto con el gobierno del estado, para mantener los objetivos de desarrollo y gobernabilidad de la entidad.
Puebla tiene un lugar importante en la agenda nacional y, en estos tiempos, en el contexto electoral.
De ahí que en días recientes el gobernador de Puebla también haya coincidido con dos de los aspirantes a la presidencia de la república, Claudia Sheimbaum Pardo, jefa de gobierno de la Ciudad de México, y Marcelo Ebrard Casaubón, secretario de Relaciones Exteriores.
Puebla, además de ser un estado estratégico para la economía, también es un territorio electoral fundamental, que definirá el futuro político del país.
Si Morena quiere mantener el poder estatal y federal, el presidente y los aspirantes a gobernar el país y el estado, están obligados a dar todo el apoyo a un gobierno que está dirigido por un mandatario de transición que está haciendo su mejor esfuerzo por mantener el rumbo de Puebla.
Horacio De la Cruz S. | Twitter: @hcsblog
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