Un señor de nombre Jean-Baptiste Say, observó que la oferta crea su propia demanda. Es decir, si alguien sale a vender algo, siempre encontrará quien se lo compre, bajo las condiciones justas de mercado.

La Ley de Say es una teoría económica que se enfoca en la producción y el consumo de bienes y servicios en una economía de mercado. No es una teoría que se aplique directamente al mercado político.

Sin embargo, alguna utilidad ofrece. En un mercado político, los candidatos compiten por el voto de los ciudadanos, y el número de candidatos puede influir en la dinámica de la elección. En general, se podría decir que la presencia de más candidatos aumenta la competencia por los votos.

En el caso de Morena, entre más candidatos, la competencia por la candidatura al gobierno del estado será más intensa, lo que va a generar más interés en su proceso interno, primero, y en la elección de 2024 en particular.

Esto explica por qué en un sistema donde tienen vigencia plena los derechos políticos, surgen múltiples candidatos, aunque no guste a quienes ya acarician la idea de ser ungidos, por ejemplo, en Morena.

Así que la participación en el proceso interno de Morena por parte del delegado del Bienestar, Rodrigo Abdala Dartigues; la presidenta de San Martín Texmelucan, Norma Layón Aarum; la secretaria del Medio Ambiente, María Luisa Albores; y el exsecretario de Gobernación, David Méndez Márquez, no lo dude, tendrá efectos en el mercado político de Puebla.

El presidente de la mesa directiva del Senado, Alejandro Armenta Mier, y el presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, Ignacio Mier Velazco, son pesos pesados y poseen los mejores atributos posibles para hacerse de la candidatura morenista al gobierno del estado. Pero no pueden desdeñar que los otros aspirantes, mientras tanto, son su competencia interna y esto incluye al secretario de Gobernación del estado, Julio Huerta Gómez, y la expresidenta municipal de Puebla, Claudia Rivera Vivanco.

¿Qué va a ocurrir con tanto aspirante? Lo que sucede en cualquier mercado donde aumenta la oferta: mayor competencia.

Así que esto se va a poner interesante. Viene el tiempo del debate interno, de la identidad ideológica de los aspirantes con el presidente, el apoyo de los militantes y los grupos de interés, el debate de ideas, el marketing electoral, y otros elementos más

Hasta aquí la relación entre la Ley de Say y el mercado político.

Lo que seguirá va a ocurrir en el contexto político específico de Puebla con las características de las dinámicas electorales locales y el comportamiento de los votantes.

Horacio De la Cruz S. | Twitter: @hcsblog | HCSblog