El secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, no sabe mentir. Tampoco sabe disfrazar las verdades. Lo que sí sabe es que la compra a Iberdrola terminará por aumentar la deuda pública del país.

Él sabe que a mayor Estado, más deuda (o impuestos, o precios de los bienes y/o servicios públicos más caros, o todo junto según sea el caso).

Expliquemos:

El Gobierno Federal se enfrenta a un aumento en la deuda como resultado de la compra de 13 plantas generadoras de electricidad de la empresa española Iberdrola.

El Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin) tendrá que refinanciar la compra realizada por el fondo privado México Infraestructura Partner (MIP), lo que llevará a una colocación de deuda avalada por la Secretaría de Hacienda.

Aunque el titular de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, afirmó que esta operación no añadirá deuda pública presupuestaria, lo que es cierto, las deudas que asume el Fondo quedan registradas en los Requerimientos Financieros del Sector Público que se integran en la parte "no presupuestaria".

Esto es: existe un concepto de deuda más amplio llamado Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP), según las normas del FMI que rigen el manejo contable y financiero de la deuda de los países miembros.

El peso de la deuda pública externa de México comienza a tomar un perfil de riesgo.

Veamos: el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público asciende a 14 billones 28 mil millones de pesos, mientras que la deuda neta del Sector Público es de 14 billones 58.9 mil millones de pesos. Si a ello le agrega más deuda, los requerimientos financieros del 2024 simplemente serán, cuando menos, proporcionales a la deuda que contrate el fondo privado México Infraestructura Partner (MIP) para la compra de Iberdrola.

Lo que dice Rogelio Ramírez de la O, es que Hacienda no colocará deuda directamente para financiar esta transacción. Es cierto, pero es una verdad a medias. El dinero no cae del cielo y menos en esas cantidades.

Los RFSP del Fonadin ya tienen un saldo negativo (aproximadamente 52 mil 91 millones de pesos a 2022, que López Obrador recibió en números positivos de 13 mil 733 millones de pesos). Es decir, el gobierno de la austeridad republicana, tan sólo de el Fonadin se ha gastado 66 mil 643 millones de pesos y va por más. ¿Cuánto? No se sabrá con certeza hasta que la información de la colocación de deuda del fondo privado México Infraestructura Partner (MIP), sea pública.

Trasciende que el Gobierno federal está considerando tomar 40 mil millones de pesos, directamente del Fonadin y el resto de la banca privada.

Pero no hay certeza. Lo único que es un hecho, es que la deuda total del gobierno mexicano va a incrementar su saldo a un nivel de riesgo que compromete ya el buen desempeño de las finanzas públicas con que el país se ha venido manejando desde 1995.

Horacio De la Cruz S. | Twitter: @hcsblog