Con albazos legislativos, sin discutir los dictámenes ni aprobarlos en comisiones, Morena y sus aliados han aprobado iniciativas en la Cámara de Diputados que ceden más recursos y más poder al Ejército Mexicano.

Una de las reformas aprobadas permitirá que los ingresos generados por el permiso de internación para visitantes extranjeros (alrededor de 24 mil millones de pesos en 2022), que anteriormente se entregaban a Fonatur, pasen a un fideicomiso administrado por las fuerzas armadas que está a cargo de la construcción y administración de proyectos turísticos.

Durante una sesión maratónica que se prolongó por más de 24 horas de manera ininterrumpida, también se aprobó que el Ejecutivo federal pueda asignar, sin licitación y de manera directa, la operación del Tren Maya de manera indefinida.

Actualmente, el título de asignación lo tiene la empresa de participación estatal mayoritaria Fonatur Tren Maya, que fue otorgado para un periodo de 50 años contados a partir del 20 de abril de 2020.

Otra iniciativa aprobada destinará el 80% de los impuestos federales recaudados a turistas extranjeros a megaproyectos de infraestructura de la Sedena.

Además, se han aprobado reformas que refuerzan el control militar del espacio aéreo mexicano, permitiendo tanto a las Secretarías de Marina como de Defensa Nacional participar en operaciones, búsqueda y salvamento aéreo, establecer zonas de vigilancia, conducir tareas de inteligencia, controlar operaciones en áreas previamente establecidas, así como realizar acciones de búsqueda y salvamento para resguardar la vida de las personas.

La bancada de Morena ha utilizado su mayoría para imponer la agenda.

Una tibia oposición alcanzó a expresar su ‘preocupación’ por la militarización del país y por el proceso legislativo que se ha violentado en la aprobación de estas reformas.

Horacio De la Cruz Sabás | Twitter: @hcsblog Asuntos de Estado