Marcelo Ebrard ha sido una figura clave en la política mexicana durante más de dos décadas. Su carrera política ha sido marcada por su capacidad para construir alianzas y negociar acuerdos políticos. Ebrard ha ocupado cargos importantes en el gobierno de la Ciudad de México (CDMX), incluyendo la jefatura de gobierno, y ha sido reconocido también por su habilidad para ganar elecciones.
Claudia Sheinbaum, actualmente la jefa de gobierno de la CDMX, ha demostrado su compromiso con la transparencia y la rendición de cuentas, cuando menos para el presidente Andrés Manuel López Obrador. Pero su gran pendiente es el transporte público y los problemas en la movilidad de los capitalinos que han sucedido en cascada desde que la línea 12 del metro de la CDMX colapsó dejando muertos y heridos. Sheinbaum ha ocupado cargos importantes en la administración pública de la CDMX, pero principalmente es reconocida por el presidente López Obrador, quien la evalúa muy alto y cada que puede la presenta como alguien de sobrada capacidad para gobernar con eficacia.
Entre ambos personajes, Ebrard y Sheinbaum, está la disputa por la candidatura presidencial de Morena, que -además- se perfila como una de las más cerradas de la historia reciente de México. Ambos candidatos han sido fuertes defensores del proyecto político de Andrés Manuel López Obrador y cuentan con un importante respaldo dentro de Morena.
Sin embargo, la decisión sobre quién será el candidato dependerá de una evaluación cuidadosa de las capacidades y aptitudes de cada uno de ellos, así como de las necesidades específicas del partido y de la ciudadanía, que se supone se descubrirán en un par de encuestas a realizarse en septiembre y noviembre.
Los simpatizantes de Ebrard destacan su experiencia y habilidad política, mientras que los partidarios de Sheinbaum destacan su compromiso con las políticas del presidente.
Una primera aproximación de lo que vendrá ocurrirá después de la elección del Estado de México el 4 de junio. Los votos que obtenga la candidata de Morena, Delfina Gómez le dirán al presidente si va la encuesta simple y de una sola pregunta, justo como la quiere Marcelo Ebrard, o será un galimatías que le permita manipular para imponer a Claudia Sheimbaum.
Horacio De la Cruz S. | Twitter: @hcsblog
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