El Ejército mexicano ha utilizado el software espía Pegasus para espiar más teléfonos celulares que cualquier otra agencia gubernamental en el mundo, según reveló el diario estadounidense The New York Times.

La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) no ha dejado de usar el programa desde que en 2011, empleados de la empresa israelí NSO llegaron a México para instalar, probar e instruir a soldados del Centro de Inteligencia Militar en su uso.

El reportaje del diario neoyorquino indica que el Ejército mexicano ha espiado a periodistas y activistas, incluso durante el actual Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, quien había prometido poner fin a esta práctica.

El uso de Pegasus por parte de la Sedena ha sido objeto de controversia en el país debido a que el software ha sido utilizado para vigilar a disidentes políticos, periodistas y defensores de los derechos humanos.

El Ejército de México es la única entidad del país que opera con Pegasus, según las cuatro personas familiarizadas con los contratos. El gobierno mexicano ha gastado más de 60 millones de dólares en el software espía, según funcionarios citados por el reportaje, que atribuyen los gastos a administraciones anteriores.

El uso del software espía en México ha sido denunciado en varias ocasiones por organizaciones defensoras de los derechos humanos y periodistas, quienes han sido víctimas de la vigilancia ilegal del gobierno. En 2017, un informe de Citizen Lab reveló que el gobierno mexicano había utilizado Pegasus para espiar a periodistas, activistas y defensores de derechos humanos.

Ante estas revelaciones, el gobierno mexicano ha defendido el uso de Pegasus argumentando que el software es necesario para combatir a los grupos criminales que operan en el país.

Sin embargo, el uso de Pegasus para espiar a disidentes políticos y periodistas representa una clara violación a los derechos humanos y a la privacidad de las personas.

La privacidad y la libertad de expresión son valores fundamentales en cualquier sociedad democrática, y el uso de herramientas como Pegasus para espiar a disidentes políticos y periodistas representa una grave amenaza para la democracia y los derechos humanos en México.

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