Los diputados mexicanos aprobaron la Ley General en Materia de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación, que incluye la eliminación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

La propuesta fue aprobada con 257 votos a favor por parte de los grupos parlamentarios de Morena, Partido del Trabajo y el Partido Verde Ecologista, mientras que 208 votos en contra fueron emitidos por los partidos Revolucionario Institucional, Acción Nacional y Movimiento Ciudadano.

¿Otro fracaso más que se entierra?

A la eliminación del Conacyt le precede un centralismo que polemizó la ciencia por “neoliberal” y por tanto, todo habría que destruirlo para levantar la nueva ciencia “del pueblo y para el pueblo”.

Pero si los recursos y las instituciones destinados al desarrollo e investigación científica se concentraron prácticamente en la voluntad presidencia, lo que viene no será mejor.

La ‘reforma’ centralizará y controlará los proyectos de investigación.

La iniciativa ordena la eliminación del Conacyt y en su lugar crear el nuevo Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación (Conahcti).

El presidente Andrés Manuel López Obrador dice lo de siempre: que con esta propuesta se implementará la entrega de “becas sin intermediarios” y se garantizará a los estudiantes de maestría y doctorado de escuelas públicas el acceso universal a becas.

Además, se obligará al nuevo consejo a implementar un Sistema Nacional de Posgrados para promover y consolidar programas de maestrías, entre otras acciones.

Mientras eso sucede (si acaso), la comunidad científica queda en la incertidumbre.

La eliminación del Conacyt y la creación del Conahcti suponen un cambio importante en la política científica del país y la forma en que se financian y se desarrollan los proyectos de investigación.

Pero hay muchas dudas. Cuatro años de ciencia y tecnología de la 4T y no pudieron armar ni un ventilador mecánico, de esos que China hace por millones.

¿Qué sigue? El futuro de la ciencia y la innovación en México y la necesidad de una política científica que realmente impulse la investigación y el desarrollo tecnológico en el país parece que no es prioridad para el resto del sexenio.

Lo que importaba (y lo hicieron eficientemente los diputados de Morena, Partido del Trabajo y el Partido Verde Ecologista), era enterrar el fracaso en materia de ciencia y tecnología: ¡por neoliberal!

Horacio De la Cruz Sabás | Twitter: @hcsblog Asuntos de Estado