La ilusión que ve en la cotización del peso frente al dólar todas las fortalezas de un país gracias a un gobierno transformador, terminó.

Cuando la moneda mexicana rondaba los 17 pesos por un dólar la falsa euforia que se proyectaba desde Palacio Nacional y de ahí a las redes sociales (#TipoDeCambio) daba combustible a los adoradores de un discurso falsamente optimista.

¿Cómo es posible un dólar “barato” si el precio del huevo, y otros tantos más, está por las nubes?

Ni tan caro, en la frontera los gringos vienen a México sólo para comprarlo porque allá está en más de 200 pesos el Kilo.

Y en unos días, como se infla un globo, la esperanza de un país en bonanza crecía.

Lo que pasa es que Tesla va a traer muchos dólares.

Nuestros paisanos envían mucho dinero.

Es de que el gobierno de AMLO es austero.

Mientras tanto en un mercado etéreo, que sólo se ve en pantallas con números y gráficas, donde se habla un lenguaje diferente, se esperaba el mensaje siempre perturbador de la Reserva Federal de los Estados Unidos.

La pregunta recurrente: ¿cuántos puntos base aumentará la Fed la tasa de interés?

Hasta que la respuesta llegaba: 25

El Banco de México, cada día un poco más cuatro-teísta, no podía quedarse atrás porque saben que la ilusión que se proyecta en Palacio Nacional, depende de que el precio del dólar siga “barato”.

Y a regañadientes del ala neoliberal y conservadora, se dictaba que en México la tasa de interés debería incrementarse 50 puntos base.

Sirve que tal vez se contenga un poco la inflación

Así el peso estaría también alineado a Palacio Nacional, faltaba más, faltaba menos.

Hasta que el peso mexicano no pudo más.

La mañana del 9 de marzo, no obstante el dólar se depreciaba marginalmente en todo el mundo tras darse a conocer que las solicitudes de desempleo en Estados Unidos apuntan a una probable recesión, y el dato de inflación en México, el súper peso retrocedió frente al dólar y cotizó por arriba de los 18 pesos intradía y cerró al público (a la venta) en 18.79 pesos por dólar, de acuerdo con Banamex.

¿Qué sucedió? Los sesudos analistas financieros, conspiracionistas por naturaleza, de inmediato concluyeron: “el presidente de México se lanzó contra algunos legisladores estadounidenses y está dañando al peso”.

Mientras tanto, la moneda mexicana se depreciaba 0,93% para cotizar en MXN$18,1472 por dólar (Ciudad de México 14:05 horas).

El peso mexicano comenzó a perder fuerza frente al dólar posterior a la entrega del dato de inflación de febrero en México que, uf, mostró un mayor descenso al estimado por el consenso de analistas.

La inflación de México en febrero reportó un descenso a 7.62% a tasa anual, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi). La cifra estuvo por debajo del estimado del consenso de analistas de 7.67% y por debajo de los 7.91% reportados en enero.

Y la predicción llegó: Con ello, se refuerza que el siguiente movimiento alcista del Banco de México en la tasa de interés, podría ser de 25 puntos base, contrario a lo que se observa para la Fed donde el mercado descuenta un aumento en 50 puntos base.

Bien por la inflación y el tipo de cambio, pero si usted tiene deudas bancarias de cualquier naturaleza, el diferencial de tasas entre México y Estados Unidos, que actualmente se encuentra en 625 puntos base, no es buena noticia.

Eso del súper peso duró lo de una borrachera. Lástima que la cruda (las altas tasas de interés y los precios caros de los bienes que consumimos cotidianamente) permanecerán por mucho tiempo más.

Horacio De la Cruz S. Twitter: @hcsblog