Desde su elección como líder del SNTE en 1989, Gordillo ha sido objeto de una serie de acusaciones de corrupción. En 2013, fue arrestada y acusada de malversación de fondos, lavado de dinero y delincuencia organizada. Gordillo fue detenido en el aeropuerto de Toluca después de llegar en un jet privado de San Diego. La Fiscalía General de la República (FGR) alegó que Gordillo había desviado alrededor de 2 mil millones de pesos del sindicato para su propio uso.
Las acusaciones de corrupción contra Gordillo fueron la constante bajo su liderazgo magisterial. En 2006, el ex Secretario de Educación, Reyes Tamez Guerra, acusó a Gordillo de malversación de fondos del SNTE. Según Tamez Guerra, Gordillo había utilizado el dinero del sindicato para financiar su campaña política. Además, se alegó que Gordillo había comprado una casa de lujo en San Diego, California, con fondos del sindicato.
A pesar de las sospechas de corrupción, Gordillo ha mantenido su posición como líder del SNTE durante muchos años.
Continúa siendo una figura poderosa en la política al interior del magisterio, al grado que integrantes de la sección 51 del SNTE han buscado su beneplácito y apoyo para hacerse de la dirigencia de esta sección sindical en Puebla el próximo 28 de marzo.
Ha sido un proceso tortuoso. Pero ya están en campaña Dinora García, Juventino Sánchez, Juan Díaz, Juan Durán, Alfredo Gómez Palacios, Felipe Neri Morán, Salvador Torres Castillo, y Virgilio Rodríguez García.
Pero a diez días de la elección, el magisterio poblano de la sección 51 se comienza a decantar por 2 alternativas.
Una, que representa el símbolo de Elba Esther Gordillo con todas sus características de corrupción y prepotencia.
Por otro lado Felipe Neri Morán Álvarez, actual secretario de Finanzas a quien se le percibe identificado con los intereses locales del magisterio.
Para ilustrar los intereses que están en juego entre las opciones que buscan la dirigencia, el periodista Rodolfo Ruiz de e-conulta.com ha dado a conocer quiénes poseen plazas titularidad “C” con sueldos que van de los 60 a los 100 mil pesos mensuales. Pero su información es limitada por la naturaleza oficial de sus fuentes.
Un cruce superficial entre la parentela de cada cual podría establecer fácilmente que la opción “Elba Esther” implica toda una red de familiares en primero y segundo grado, hasta amantes y parentela de ellos, no sólo con plazas titularidad “C”, sino con todo un modelo de saqueo al erario educativo que le representa, textual, millones de pesos en su beneficio.
Sin embargo, el magisterio poblano que votará peca de ignorante respecto a quién es quién de entre las opciones que tiene para elegir.
No saben, para desgracia suya, que la frontera entre la legalidad y el crimen ¿organizado?, se mueve en la elección para renovar la dirigencia de la Sección 51 del SNTE.
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