La sentencia, de 33 años y 4 meses de prisión para cada uno, se suma a las más de 10 que ya habían acumulado.
El modus operandi de los hermanos consistía en captar a cientos de personas para que invirtieran su dinero a cambio de atractivas utilidades, pero nunca entregaron los intereses generados ni devolvieron el capital. La Fiscalía del Estado de Puebla presentó pruebas en las diversas etapas procesales para demostrar la culpabilidad de los acusados.
Además de la condena de prisión, la autoridad judicial ha ordenado que los hermanos paguen una multa de 1800 días de salario mínimo y la reparación del daño material.
El caso de SITMA saltó a la luz pública a mediados de 2009, cuando se informó del posible fraude que estarían cometiendo con la empresa inmobiliaria que ofrecía una tasa de interés por encima del rendimiento bancario promedio. La Comisión Nacional de la Banca y Valores (CNBV) advirtió que SITMA no contaba con el permiso para operar como intermediario financiero.
Meses después se confirmó el delito de la financiera y sus respectivos dueños desaparecieron.
El 19 de mayo de 2010, la Policía Federal ejecutó en Acapulco, Guerrero, la orden de aprehensión contra Leonardo Tiro Moranchel por el delito de fraude por más de 826 millones de pesos, según las más de 6 mil denuncias interpuestas en su contra.
Su hermano Edmundo Tiro Moranchel ya había sido detenido en noviembre de 2009 en un departamento de lujo en Mérida, Yucatán.
Desde entonces, ambos hermanos habían permanecido internados en el penal de San Miguel en la capital, aunque también han sido reubicados al Cereso del municipio de Tepexi de Rodríguez. Nuevamente permanecen internos en Puebla.
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