Un informe de la ONU-Agua y de la Unesco advierte sobre el riesgo inminente de una crisis mundial del agua, debido al creciente consumo y el cambio climático.

Según el informe, aproximadamente 2,000 millones de personas no tienen acceso al agua potable, y 3,699 millones carecen de servicios de saneamiento seguros.

Además, entre 2,000 y 3,000 millones de personas sufren escasez de agua durante al menos un mes al año, lo que afecta también el acceso a la electricidad y los alimentos.

La situación es especialmente crítica en las áreas urbanas, donde la población que sufre escasez de agua podría duplicarse para 2050, llegando a los 1,700 - 2,400 millones de personas. En este contexto, Audrey Azoulay, directora general de la Unesco, ha llamado a la acción urgente para evitar que la crisis del agua se descontrole.

El informe llega justo antes de la primera conferencia de Naciones Unidas sobre el agua en medio siglo, que se llevará a cabo en Nueva York. La directora general de la Unesco ha destacado la necesidad de establecer mecanismos internacionales sólidos para gestionar el agua de forma equitativa y sostenible, asegurando que "el agua es nuestro futuro común".

A nivel mundial, el uso del agua ha aumentado alrededor del 1% anual durante los últimos 40 años y se espera que siga aumentando en el futuro.

Al mismo tiempo, aumentan los fenómenos meteorológicos extremos derivados del cambio climático. Para alcanzar una cobertura universal de los servicios de agua potable y saneamiento de aquí a 2030, según el informe, se necesitará cuadruplicar la tasa de progresión actual de mejora.

El especialista en agua y saneamiento, Michael Connor, ha hecho hincapié en la necesidad de equilibrar las crecientes necesidades de la agricultura y la industria, así como de incrementar la cooperación internacional.

Según los cálculos de ONU-Agua, en total, 153 países comparten 286 cuencas y 592 sistemas de acuíferos transfronterizos, aunque muy pocos son objeto de acuerdos de cooperación.

Para Connor, la acción colectiva mundial en materia de aguas precisaría un billón de dólares por año en materia de financiación.

Las medidas que atañen al agua y el saneamiento son, además, raramente parte de los compromisos internacionales de los países para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Pese a todo, combatir una potencial crisis mundial del agua es una cuestión de voluntad política y concienciación social, aseguró Connor.

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