El Gobernador de Puebla, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, aprovechó la ceremonia conmemorativa del 217 aniversario del natalicio de Benito Juárez García, para reflexionar sobre el contexto político de Puebla.

En un discurso dirigido a la clase política del estado, el gobernador afirmó que "el enemigo acecha y busca dividirnos".

La interpretación primaria es que fue un claro mensaje a los partidos políticos que ya han comenzado su batalla por la gubernatura de Puebla en las elecciones del 2024.

Pero una mirada contextual nos acerca más a lo que ocurre dentro de su gobierno y de su partido, en relación con los aspirantes más fuertes a sucederlo; particularmente con el diputado Ignacio Mier Velazco.

¿Qué ocurre entre el gobernador y la clase política, específicamente con la clase política emanada del movimiento que le dio cercanía con Miguel Barbosa Huerta y lo hizo Presidente del Congreso local, antes de ser ungido gobernador sustituto?

Veamos:

No han faltado brotes de inconformidad dentro de los legisladores de Morena quienes abiertamente reprueban el rumbo que dio a su gobierno tras designar a un buen número de priistas en cargos claves de primero y segundo nivel.

Tampoco pasa desapercibido que lo que queda del barbosismo haya iniciado discretamente -por ahora- una oposición en franco desacuerdo con él.

Tal vez el gobernador no le presta importancia a las palabras del secretario de gobernación Julio Miguel Huerta Gómez, quien salió a confrontar al diputado federal Ignacion Mier por el asunto de las bardas y las amenazas que acusan los ediles.

Pero eso de “desmentir a los mentirosos”, son palabras duras del secretario de Gobernación, más allá del discurso del mandatario estatal.

De tal manera que recordar que “Juárez García siempre colocó los intereses de la nación” por encima de cualquier beneficio personal, no fue captado con suavidad, mucho menos cuando el gobernador afirmó que "en este oficio no amanece antes por levantarse más temprano, ni tampoco necesariamente el que divide vence".

Palabras con destinatarios específicos que más que una reflexión, parecen una acusación.

Tal vez sea cuestión del color con que se mira.

Mientras tanto, hacer a un lado a los grupos de su partido en la reestructuración de su gabinete y vincularse a intereses fuera de la órbita de Morena, tal vez fue un error que le comienza a representar un problema político.

Ojalá y lo maneje con pericia porque Puebla y su clase política no son tarea fácil.

En la entidad que gobierna Sergio Salomón Céspedes Peregrina, con políticos tan experimentados y con tanto poder, una pequeña chispa puede volverse un problema mayor.

Horacio De la Cruz S. | Twitter: @hcsblog