Latavia “Tay” McGee viajó desde Carolina del Sur a Matamoros, Tamaulipas, para practicarse una cirugía estética, una abdominoplastía. La madre de cinco hijos, de entre 6 y 19 años, se hizo acompañar por su primo Shaeed Woodard y dos amigos de ella, Zindel Brown y Eric James Williams. Nunca imaginaron que tras recorrer más de 2 mil 300 kilómetros, desde Lake City hasta Matamoros, Tamaulipas, serían atacados y secuestrados.

La última vez que se reportaron fue el pasado viernes 3 de marzo, 15 minutos antes de que Latavia ingresara a la consulta médica.

Autoridades mexicanas confirmaron su ingreso por Browsnwille, Texas a las 9:18 horas del viernes, mientras que el ataque y el plagio ocurrió casi dos horas y media después, a las 11:45 horas.

El paradero de las víctimas

Cuatro días después, martes 7 de marzo, alrededor de las 8:30 horas, fueron localizados en una casa de seguridad del Ejido El Tecolote, ubicado a 16 kilómetros al sureste de Matamoros. Allí, se encontraron dos cadáveres y dos personas con vida. En el lugar, se encontró a un hombre de 24 años que hacía labores de “cuidador” y fue detenido.

Las autoridades apuntaron al grupo criminal conocido como Cártel del Golfo. Los sobrevivientes: Latavia McGee y Eric James Williams. Los estadounidenses asesinados fueron identificados como Shaeed Woodard y Zindel Brown.

Las autoridades mexicanas declararon que a pesar de que no descartan ninguna línea de investigación, la más fortalecida está relacionada con una posible “confusión”.

Frontera peligrosa

El gobierno norteamericano no ve las cosas de la misma manera. El Embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, ha sido muy directo en señalar la preocupación de su país por el control criminal que el cártel del Golfo tiene en la llamada frontera chica de Tamaulipas.

Esta zona, conformada por los municipios de Miguel Alemán, Mier, Díaz Ordaz, Camargo y Guerrero, limita al norte con Estados Unidos y desde hace años registra altos niveles de criminalidad.

“Como hemos señalado en nuestras Alertas de Viaje, Tamaulipas representa un riesgo por los altos niveles de criminalidad y violencia. Nos preocupa particularmente el control que ejerce el Cártel del Golfo en la zona conocida como la frontera chica. “Estos hechos de violencia son un trágico recordatorio que nos exige reafirmar el compromiso de nuestros gobiernos para asegurar nuestra frontera compartida y fortalecer el combate a las organizaciones criminales transnacionales”
, señaló. Tras expresar sus condolencias a los familiares de los dos estadounidenses que fallecieron en el ataque, así como a una ciudadana mexicana que fue alcanzada por una bala perdida, Ken Salazar apunta:

“Nuestra prioridad más alta es la seguridad de los ciudadanos estadounidenses. Reafirmamos nuestra disposición para trabajar estrechamente con el gobierno de México para que los responsables en este caso sean castigados y trabajemos para que actos violentos similares no vuelvan a ocurrir”. Por su parte el Procurador General de Justicia de Estados Unidos, Merrick Garland, aseguró este martes que el Departamento de Justicia será implacable en la persecución y castigo de los culpables del ataque y secuestro contra los cuatro ciudadanos estadounidenses en Matamoros, Tamaulipas.

El Cartel del Golfo es considerado por las autoridades norteamericanas como uno de los grupos criminales más poderosos de México y está involucrado en una serie de actividades ilegales, incluyendo el tráfico de drogas, el contrabando de armas y el secuestro de personas, así como el tráfico de indocumentados.

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