El puerto de Guaymas, Sonora, ha sido testigo de un caso que ha generado interrogantes y expectación en México y en el extranjero: la llegada de un barco carguero procedente de Rusia.

Desde hace semanas, la consultora internacional Argus ha informado que el buque Loukas I transportaba 145.400 barriles de diésel de origen ruso, lo que ha puesto en alerta a diversos países que han sancionado las exportaciones de hidrocarburos desde Rusia debido a la invasión de ese país a Ucrania.

Sin embargo, las autoridades del puerto han negado que la carga del buque sea diésel ruso y han señalado que se trata de fertilizantes líquidos NPK (Nitrógeno, Fósforo y Potasio). Guillermo Von Borstel, director comercial de la Administración Portuaria Integral de Guaymas, ha explicado que el buque cuenta con un pedimento de carga que menciona que transporta fertilizante líquido, y que este tipo de productos se manejan normalmente en ese puerto. Además, ha asegurado que el combustible que lleva el buque es solo el necesario para operar la embarcación y no para su venta o distribución.

¿Conflicto comercial con EU?

La llegada de combustibles rusos a México podría suponer un conflicto comercial y diplomático para el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, especialmente con Estados Unidos, su mayor socio comercial, que forma parte del grupo de países del G7 que han impuesto un tope a los precios del crudo ruso para limitar la capacidad económica de Rusia en la guerra en Ucrania.

Aunque la gerencia del puerto de Guaymas ha confirmado que permitirá el descargue de los fertilizantes líquidos NPK, la llegada del buque Loukas I ha generado muchas dudas sobre su contenido real y ha puesto en alerta a las autoridades mexicanas y a la comunidad internacional.

La situación sigue siendo incierta y habrá que esperar para conocer más detalles sobre el extraño caso del buque ‘fantasma’ ruso que atracó en Guaymas, Sonora.

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