Este 8 de marzo de 2023, nuevamente fuimos testigos de innumerables marchas feministas en todo el país y en todo el mundo, que representan a todas las mujeres.

Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey, Puebla, Toluca, Cancún, Oaxaca, entre otras de menor tamaño, convocadas por diferentes organizaciones feministas, han reunido a miles de mujeres y aliados que exigen justicia, igualdad y seguridad para las mujeres en México.

Y tienen razón las demandas, aunque ya conocidas, continúan siendo urgentes y necesarias en una sociedad que sigue siendo patriarcal.

En el mundo:

Madrid, España: Manifestantes se reunieron en Madrid para exigir igualdad de género, el fin de la violencia de género y la defensa de los derechos de las mujeres.

París, Francia: Miles de personas se manifestaron en París para pedir la igualdad de género y poner fin a la violencia sexual y de género.

Buenos Aires, Argentina: Miles de mujeres marcharon en Buenos Aires para exigir justicia y para denunciar la violencia de género y los femicidios en el país.

Nueva York, Estados Unidos: Manifestantes se reunieron en Nueva York para exigir derechos laborales para las mujeres, la igualdad de salarios y la igualdad de género.

Berlín, Alemania: Miles de personas marcharon en Berlín para exigir derechos de igualdad y el fin de la violencia de género.

Y la lista es interminable.

El 8 de marzo más que conmemorar el Día Internacional de la Mujer, es un grito desesperado al unísono para exigir igualdad de género y derechos para las mujeres.

Con justa razón, la principal demanda de las mujeres mexicanas es la erradicación de la violencia de género, que sigue siendo una de las principales preocupaciones en el país. Las estadísticas son alarmantes, ya que el número de feminicidios y agresiones sexuales sigue en aumento año tras año.

Otra demanda importante es la igualdad de oportunidades, igualdad laboral y salarial, ya que las mujeres en México siguen ganando en promedio un 30% menos que los hombres por realizar el mismo trabajo. Las mujeres también demandan acceso a trabajos dignos y bien remunerados, así como oportunidades de crecimiento profesional y personal.

La demanda de justicia reproductiva también estuvo presente. Las mujeres exigen el derecho a decidir sobre su propio cuerpo y a acceder a servicios de salud sexual y reproductiva seguros y accesibles, incluyendo la legalización del aborto en todo el país.

Otras demandas que se escucharon en las calles fueron la protección de los derechos de la comunidad LGBTQ+, la eliminación del acoso callejero y la discriminación en todas sus formas, la educación con perspectiva de género desde la infancia, y la implementación de políticas públicas que fomenten la participación de las mujeres en la política y en la toma de decisiones.

Debemos ser aliados de la lucha feminista y condenar enérgicamente cada día y con más rigor, la violencia que sufren en cualquiera de sus formas. Las marchas feministas de este 8 de marzo en México fueron una vez más una muestra del hartazgo.

Queda mucho por hacer, pero alienta ver, observar, que cada día se entiende mejor la necesidad de dejar atrás el Pacto Patriarcal para garantizar una vida libre de violencia y discriminación para todas las mujeres en el país y seguir trabajando juntos para lograr una sociedad más justa e igualitaria.