Justo cuando la debilidad del dólar evidencia el temor de una recesión en los Estados Unidos, el Silicon Valley Bank (SVB) con sede en California, anunció una pérdida millonaria.

En efecto, la institución de Santa Clara, California, que se especializa en préstamos a empresas de tecnología y capital de riesgo, el pasado miércoles anunció que iba a buscar una ampliación de capital para tratar de hacer frente a dificultades financieras que le habían llevado a deshacerse de inversiones por valor de unos 21 mil millones de dólares, con una pérdida de unos mil 800 millones.

El anuncio prendió alarmas y llevó a muchos clientes a retirar sus fondos. Las autoridades tuvieron que intervenir y tuvieron que cerrar el banco el viernes por falta de liquidez. Posteriormente se hundió la cotización bursátil de la compañía, lo que a su vez afectó al sector bancario en Estados Unidos y otros países.

Llamado a la tranquilidad

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, respondió: mandó un mensaje de tranquilidad este lunes a los estadounidenses al recalcar que el sistema bancario del país “es seguro” y prometió a los clientes de los bancos Silicon Valley Bank y Signature Bank que tendrán sus depósitos.

Sus depósitos estarán ahí cuando los necesiten”, dijo en una breve intervención ante la prensa un día después de que los órganos reguladores instrumentaron un plan para proteger los depósitos del Silicon Valley Bank (SVB) tras su colapso y cerraran otra institución bancaria, el Signature Bank.

Los estadounidenses pueden tener confianza en que el sistema bancario es seguro. (…) En mi Administración nada ni nadie está por encima de la ley

El mandatario estadounidense aseguró que el contribuyente no asumirá ninguna pérdida.

El SVB

El Departamento del Tesoro, la Reserva Federal (Fed) y la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC) anunciaron el domingo que los clientes tendrán acceso a partir de este lunes a todo el dinero depositado en el SVB y prometieron un plan similar para el Signature Bank.

Biden avanzó que los gestores de esos bancos “serán despedidos”.

Si la FDIC se hace cargo del banco, las personas que lo administran ya no deberían trabajar allí. (…) Los inversores no estarán protegidos. Se arriesgaron a sabiendas y cuando el riesgo falla los inversores pierden su dinero. Así es como funciona el capitalismo.

Su comparecencia intentó disipar los fantasmas de la crisis financiera que se presentó en 2008.

“Debemos reducir el riesgo de que esto suceda de nuevo”, recalcó el mandatario y recordó que bajo la Administración del también demócrata Barack Obama (2009-2017) se pusieron en marcha “duras exigencias” al sector bancario que retrocedieron en la del republicano Donald Trump (2017-2021).

Por ello, señaló que va a solicitar al Congreso y a los reguladores que refuercen las reglas para reducir las posibilidades de que este tipo de colapso suceda de nuevo y para proteger los empleos y los pequeños negocios.

“La conclusión es la siguiente: Nuestro sistema bancario es seguro. Sus depósitos están seguros. Haremos lo que tengamos que hacer”, añadió Biden, dejando claro que el dinero para asumir las pérdidas del SVB y del Signature Bank procederá de las tasas que los bancos ingresan al Fondo de Garantía de Depósitos.

Crisis recurrentes

En los últimos años, los Estados Unidos han sufrido una serie de crisis bancarias y financieras que han tenido un impacto significativo en la economía del país. Estas crisis han llevado a una mayor regulación de las instituciones financieras y a una mayor preocupación por la estabilidad del sistema financiero en general.

Una de las crisis financieras más notorias fue la de 2008, conocida como la crisis financiera global. Esta crisis se originó en el sector inmobiliario, donde el aumento en los precios de las viviendas y el creciente número de préstamos subprime -préstamos de alto riesgo- generaron una burbuja especulativa. A medida que los precios de las viviendas comenzaron a caer, los propietarios se encontraron en situación de impago de sus hipotecas, lo que llevó a la quiebra de numerosas instituciones financieras que habían invertido en estos préstamos.

La crisis financiera global tuvo un impacto significativo en la economía de los Estados Unidos y en el mundo en general. El índice de desempleo en los Estados Unidos aumentó del 4,6% en 2007 al 9,9% en 2009. Además, el valor del mercado de viviendas cayó en un 30%, lo que llevó a una gran cantidad de ejecuciones hipotecarias y desalojos.

Otra crisis financiera importante en los Estados Unidos fue la crisis de las cajas de ahorro y préstamos de la década de 1980. Esta crisis se originó en el sector de bienes raíces y fue impulsada por la desregulación bancaria de la época. Las cajas de ahorro y préstamos tomaron grandes riesgos en el sector de bienes raíces y no tenían suficientes depósitos para cubrir sus préstamos. Esto llevó a la quiebra de más de 700 cajas de ahorro y préstamos y costó al gobierno federal más de 150 mil millones de dólares.

Más recientemente, en marzo de 2020, la pandemia de COVID-19 tuvo un impacto significativo en la economía de los Estados Unidos y en los mercados financieros globales. A medida que la pandemia se propagó por todo el mundo, los inversores comenzaron a preocuparse por el impacto económico a largo plazo de las medidas de distanciamiento social y la interrupción de la cadena de suministro. El índice S&P 500 cayó más de un 30% en un mes, y la Reserva Federal de los Estados Unidos implementó medidas de emergencia para estabilizar los mercados financieros y apoyar la economía.

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